Algo bonito.

Por que entonces puedo intentar morder tus labios y encogerme de la vergüenza al saber que solo tú lo haces con esa dulzura que me permite apretar aún mas los párpados y juntar un poco mis manos que llevan entre ellas tu cintura que mas que tuya en ese momento ya es una parte de mí como la boca que saboreo y no quiero dejar nunca de palpar a travez de la punta de mi lengua y los silencios donde únicamente escucho nuestros roces nariz con nariz o mano con abdomen que suben y suben hasta alcanzar el inicio de tus costillas en quienes activo aquel pequeño bufido que reconozco a nostalgia por que muchas veces he activado con una mordida en tu cuello o desde tus muslos con caricias tan ascendentes como un sol que se desborda y resulta exhalado por tu nariz que ahora es una boca para tu boca ocupada en morderme y reza lo que yo quiero oír que aún sabiendo lo improbable que resulta no deja de ser para mí una infinita melodía de promesas de pasión eterna y una prueba de que estaré solo contigo y tu estarás solo conmigo y un nombre propio para el clandestino juego que al día siguiente repetiremos en lugares distintos pero con las mismas manos sobre tu mismo cuerpo y tus mismos dientes para la misma oscuridad en la que nos recluimos al besarnos y desde la cual te transformas en la tierra que piso y las mariposas que revolotean buscando cabida entre nuestros sueños y la semilla curiosa que germina por el vaho acumulado en nuestras entrañas boca a boca cuerpo con cuerpo y los pasos de la gente tan lejanos y serenos y mi conciencia tranquila por que ante todos somos solo tu y yo en uno solo y en un solo tiempo.