miércoles, abril 19, 2006

A final de cuentas, no suelo romper las promesas que hago a alguien. Casi lo olvido. Aunque no consideré de inicio que la promesa aplicara en esta situación. Cuestión tiempo/espacio/personas. Cuestión de cogar telefonos y no saber si habrá noticias mas tarde, a pesar de que las preguntas sigan resonando una y otra y otra vez.

Cierto, a veces me encabrona mi forma de ser. Pero soy un pobre diablo que hace las cosas de la manera correcta. Y nunca voy a cambiar.

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