Tómate esta botella conmigo

Aunque sé muy bien que no bebes mucho. Pero sé sin embargo, que me lees cotidianamente. Por eso te has ganado este escrito, por todo aquello que mejoraste en mí al estar de cierta forma siempre constante en presencia, siempre de pie ante las promesas y ayudandome implicitamente con cada una de mis desdichas.

Sigues siendo la persona del año. Y ni hablar de todas las personas que este año lleva. Pero ganaste el título coincidiendo con mi mejor periodo desde hace años. Con la calma que me ayudó a comprender todo esto que voy redactandi sin pensar de por medio.

Eres una gran escritora, una exelente amiga, la perfecta devoradora de hombres, y por que no? hasta la histerica perfecta.

Gracias por compartir un poco de tu vida contigo, por ayudarme a ver la vida de forma distinta, por refutar que existen normas rigidas que dicten como llevar los dias. Me enseñaste que no todo está prefedinido. Seguro no sepas ni a que me refiero, y eso está bien, pues no existe necesidad de que lo hagas. Solo te agradezco (ahora si...) que hayas cumplido tu palabra, y que cuando todos se han ido, tu te mantengas de pie, tál como jamás creí: De pie, para mí, como una gran amiga.

(Despues de todo, aún ruleamos...)