domingo, septiembre 30, 2007

Y de tanto repetir tu nombre me voy enamorando de tu rostro. Contigo no hay presentes a contratiempo, aventuras de besos y despedidas; ni tormentas de pasión que borran con su voragine todo un pasado de privilegios y tonos pastel. Tomé la decisión de mirarte, asombrarme, y desmedir en tu vocesita notas de prosperidad para un futuro que me gusta mas al lado tuyo.

Princesita de
_____promesas oculta.
__________sueños comprendidos
_______________charlas de madrugada
____________________mensajes en ternura
_________________________complicidad por horarios
______________________________bibliotecas con tu nombre
______________________________________salarios bendecidos
___________________________________________________AMOR

Algo contigo

Princesita de alba-medio dia:


Te extraño.

miércoles, septiembre 26, 2007

¿No te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta ser tu amigo?




¿Hace falta que te diga que me muero por tener...
ALGO CONTIGO?


sábado, septiembre 22, 2007

Recondita

Las cartas nunca predijeron esta constante de señales a distancia. Reojos de precaución, sonrizas de Te extraño, y miradas de No me mires. Magestuoso peregrinar entre lo libre y lo moral. Demencia permitida para quien no sabe de parlanchinerías.

Por eso sigo insistiendo, que de tu boca a mis labios hay una frecuencia que me llama y embona.
(De tu mano a la mia solo el deseo que el territorio de contacto de incremente)

lunes, septiembre 17, 2007

Rostro de vos



Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.


Mario Benedetti

domingo, septiembre 09, 2007

Yo soy...

Yo soy ese joven que para tí sería un hombre: El mismo que no pretenderia agradarle a tus padres y sin embargo te presumiría ante el mundo. Ese incapáz de acudir constantemente a misa, convencido de que el paraiso está a tu lado y no enseguida de la muerte. Un defensor a puños de tu orgullo, un pensador de tu rostro cuando está con sus amigos, un espía que mire tus ojos antes que de cualquier pelicula frente a los dos.

Yo no soy el joven que te llamaría a diario en un horario especifico, sino mas bien el que te despertaría a mitad de madrugada para informarte que no puede dormir por pensar en tí. Nunca expresaré lo que siento en mil idiomas pero aprenderías a interpretar lo que siento sin escucharme una palabra. Yo jamás seguiría el juego de tus enojos, pues con mi risa bastaría para ruborizarte ante la escena. Sin tener carro descubririamos el mundo en camión, y cierto, te haría caminar... pero jamás sola.

Yo soy mas bien ese hombre que acariciaría con el mismo cariño tu cabello y tus pechos, porque te amaría completa: sin tabús ni restricciones. El que algúna vez te llamaría estando borracho solo para decirte que te quiere. Soy aquel vulgar que miraría a otras estando contigo, el misogino que señalaría con un dedo a las mujeres que le gustan y sin embargo, si aceptaras ser su dama, jamás, jamás pensaría en estar con alguien que no fueras tu.

Vamos, quiero decir que soy el tipo de hombre que te diría verdades a medias sin faltár jamás a su palabra, sin engañarte de ninguna forma: solo para evitarte un sentimiento de malestar. Cierto soy el hombre al que quizá jamás le des un beso, el que recuerda tus gestos y sonríe, el que te dirá pronto lo mucho que le gustas para evitar mayores sufrimientos, el que te mira como una mujer hermosa, el mismo joven que desde hoy sabe que no le correspondes...

Gael Sabines